El tratamiento con aceite caliente es ideal para restaurar la hidratación del cabello seco y quebradizo.
Incluyendo este tratamiento en tu rutina capilar hará que luzcas unos rizos suaves, menos encrespados, más definidos, saludables y disminuirás también la sequedad de tu cuero cabelludo eliminando esos molestos picores.
Es importante que los aceites que vayas a usar sean de calidad y de la mayor pureza posible. Puedes elegir el aceite que más te guste, cada uno de ellos tiene sus propiedades y beneficios.
Entre los aceites más usados cabe destacar:
– Aceite de coco: Estimula el crecimiento capilar, suaviza y acondiciona el cabello y el cuero cabelludo. También tiene propiedades anti-bacterianas.
★ ★ ★ ★ ★
– Aceite de oliva: Este aceite es rico en antioxidantes, vitaminas A y E. Se le atribuyen también propiedades desinfectantes. Aporta al cabello suavidad, fortaleza y acondiciona.
– Aceite de ricino: Fortalece el cabello y ayuda a evitar su caída. Además acondiciona, nutre, suaviza y su uso continuado estimula el crecimiento capilar. Este aceite también es conocido como aceite de castor, o aceite de higuereta.
★ ★ ★ ★ ★
– Aceite de almendras: Nutre, suaviza y estimula el crecimiento capilar.
– Aceite de jojoba: Rico en vitamina E, aporta al pelo suavidad y cuerpo, lo nutre combatiendo los efectos de un cabello seco.
¿Cómo realizar un tratamiento con aceite caliente?
1. Calienta el aceite que hayas elegido al baño maría hasta que esté templado (puedes mezclar varios aceites).
2. Comprueba la temperatura del aceite antes de aplicarlo.
3. Aplica el aceite o mezcla de aceites sobre el cabello seco o húmedo masajeando el cuero cabelludo.
4. Cubre tu cabello con una toalla o capa plástica y deja actuar el tratamiento durante al menos 30 minutos.
5. Aclara el cabello con agua templada y lávalo con tu champú o acondicionador habitual.
¡Notarás los beneficios de este tratamiento de inmediato!
Puedes realizar el tratamiento con aceite caliente con periodicidad semanal, según las necesidades de tu cabello.